Para Moratinos la globalización es un fenómeno con dos caras:una amable que permite a millones de personas disfrutar del uso de las nuevas tecnologías y otra que muestra como mas de mil millones de personas padecen hambre y mueren a causa de ella en diferentes lugares del mundo. En este sentido el ex ministro abogó porque el Gobierno español mantenga sus compromisos en este terreno, sin que la crisis sirva de excusa para todo. También se mostró muy crítico con los organismos internacionales que, en su opinión, están desarrollando políticas erróneas que, en lugar de solucionar la crisis, cada vez muestran cifras mas negativas y menos satisfactorias, calificando de gran desfachatez la reciente recomendación de la FAO de comer insectos o medusas para acabar con el hambre en el mundo.