Antonio Vallejo, director del Conjunto Arqueológico de Madinat Al-Zahra, afirmó hoy, durante la segunda jornada del curso Arquitecturas donde habita el arte. Nuevos contenedores para nuevos contenidos, que se celebra en el Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba durante toda la presente semana, que "se está trabajando para que la inauguración de la sede institucional y el museo sea en diciembre, aunque todavía no puede asegurarse". El curso, organizado por el Colegio de Arquitectos, promovido por la Universidad de Córdoba a través de su Consejo Social y financiado por la Fundación BBVA, se ha convertido ya en un profundo debate sobre los grandes temas relacionados con las nuevas manifestaciones de la arquitectura contenedora de arte, partiendo de la reflexión sobre cómo interactúan continente y contenido en el caso concreto de los museos.

Vallejo adelantó también, ante decenas de alumnos que volvieron a darse cita para asistir a las conferencias del curso, que "el proyecto museográfico será encargado a Juan Pablo Rodríguez-Frade", quien colaborará con los arquitectos ganadores del concurso de ideas del proyecto, Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, de forma que éstos no queden marginados de una parte tan decisiva del proceso. "No queríamos que ocurriera que los arquitectos se sintiesen traicionados", afirmó hoy Vallejo, que también aseguró que uno de los objetivos de todo el proyecto es profundizar más en la investigación, "como demanda la sociedad del conocimiento". "Queremos que se consiga una experiencia basada el conocimiento científico, lejos de la idea [que se puede tener de la época del Califato] de paraíso perdido, pero también lejos de la consideración del año 711 como origen de nuestros recientes males", sentenció Vallejo, concluyendo así su conferencia Madinat Al-Zahra. Museo y sede institucional, que fue introducida previamente por Víctor Pérez Escolano, catedrático de Historia, Teoría y Composición Arquitectónica.

Por su parte, Luis Chillida, director de Comunicación del Museo Chillida-Lecku e hijo del escultor Eduardo Chillida, ya fallecido, evocó el proceso por el que el artista fue configurando el espacio, sobre una hermosa finca de Hernani, en el que actualmente se guardan sus obras de grandes dimensiones. "La restauración del caserío duró de 1982 a 1997. Se hizo sin prisas, pensándolo todo mucho, porque lo importante no era el tiempo", explicó Chillida hijo. El museo Chillida-Lecku quedó descrito como el ejemplo paradigmático de espacio cultural en el que el continente termina empapado del arte de quien realizó la obra que debe ser contenida. "Siempre digo, en las entrevistas, que el museo es una de sus mejores obras", afirmó Luis Chillida. Este museo, en el que no hay indicaciones de hacia dónde debe ir el visitante, está concebido para el disfrute "en libertad". "Mi padre tenía tanta libertad que quería la misma para los demás", explicó su hijo, que detalló cómo, en su desprecio por las prisas y el valor económico de las cosas, la planificación de la reforma de Eduardo Chillida llegaba a provocar que se tardasen siete años en encontrar una determinada madera de roble del Pirineo navarro.

La tercera conferencia del día corrió a cargo del creador Rogelio López Cuenca. El título de la misma, La Picassización de Málaga, ya es explicativo de su contenido. López Cuenca, apoyándose en recortes de prensa y fotografías de cosecha propia, explica cómo la cultura, y fundamentalmente el reclamo de la figura de Pablo Ruiz Picasso, convertida en marca, "ha servido de coartada para todo tipo de operaciones", que podrían sintetizarse en tres consecuencias: beneficios económicos, control social y alienación cultural, según López Cuenca. El lema de la ciudad, a raíz del fenómeno de la "picassización", sería, según López Cuenca: "No queremos vecinos, no queremos ciudadanos, sólo queremos que seáis " y las pegatinas en el suelo indicando por dónde debe ir el caminante para disfrutar de la Málaga "picassizada", evitando "lo que no se debe ver".

La jornada concluyó con una mesa redonda en la que participaron Víctor Pérez Escolano, Rogelio López Cuenca, Luis Chillida, Teresa Taboas, consejera de Vivienda y Suelo de la Xunta de Galicia, y Francisco Javier Panera, director del Domus Artium 2002 en Salamanca. Panera, al hilo de las reflexiones de López Cuenca sobre la "picassización de Málaga", señaló que, cuando Salamanca fue elegida Capital Europea de la Cultura en 2002 y él director del Domus Artium, asumió que "formaba parte de un engranaje" en el que la conversión de lo cultural en turístico era un fenómeno probable. Así, Panera señaló cuáles son, a su juicio, las cuatro preguntas que deben hacerse las ciudades que se enfrenten a estas disyuntivas: "¿Quiénes somos o quiénes queremos ser?, ¿a quién nos dirigimos?, ¿qué queremos contarle?, ¿qué medios tenemos?". Teresa Taboas, por su parte, criticó que los museos se conviertan con frecuencia en la actualidad en "objetos ensimismados, en excusas para mercantilizar el arte".