cisión, claro, ha descafeinado algo el romanticismo de una de las profesiones más cinematográficas de la historia. Ver a un funcionario del Centro Nacional de Inteligencia entrar en un aula del Campus Universitario de Rabanales a cara descubierta ha logrado hoy atraer la curiosidad de propios y extraños.
Ante alumnos y curiosos, un miembro del CNI ha ofrecido una de las últimas conferencias del curso 'Claves del Mundo Actual: Nuevos escenarios de seguridad y papel de la comunidad de inteligencia española'. Y lo ha hecho, porque, según ha explicado, hace dos años que el CNI decidió dejar a un lado su secretismo, sin perder sus secretos oficiales. Ahora los espías también dan conferencias, aunque siguen sin permitir que se les tome imágenes directas de su rostro y son presentados sin mencionar su nombre.
Esa apuesta por la comunicación ha encontrado en las Universidades su mejor aliado: la de Córdoba acoge un curso de verano casi monográfico; la Rey Juan Carlos, una cátedra específica, y la UNED, un curso de experto universitario. En el de Córdoba, el 'agente sin nombre' ha aprovechado la convocatoria para promocionar el CNI, detallando datos como su incremento presupuestario -un 17% anual, como el precio de la vivienda, tal y como algún alumno ha comentado desde la fila de bancas- o el crecimiento de su plantilla -200 trabajadores más al año, un 10% de su plantilla- .