Como "un modo de acercarse a la profesión veterinaria en los tiempos medievales, pero sobre todo como un libro de aventuras" ha definido esta mañana Gonzalo Giner su obra " El sanador de caballos" cuyas páginas narran las peripecias de un muchacho de origen humilde que, a través de una serie de avatares, va desarrollando un profundo conocimiento de la medicina equina y del comportamiento de los caballos. Se trata del tercer libro ( Tras " La cuarta alianza" y " El secreto de la Logia") de su autor, veterinario de profesión, cuya acción transcurre durante los tiempos de la Reconquista y más concretamente entre la derrota cristiana en la batalla de Alarcos (1195) y la victoria de Las Navas de Tolosa en 1212. " Como veterinario de campo he querido con él rendir también un homenaje a una profesión que es mágica y hermosa, pero que no ha alcanzado el prestigio que quisiéramos ", comentó el autor.
Un coloquio sobre este libro fue la actividad con la que se cerró, ya por la tarde, en el campus de Rabanales, la tercera edición de las Jornadas de Cultura Ecuestre organizadas por la Facultad de Veterinaria que, coordinadas por el vicedecano de Estudiantes Rafael Astorga y el director del Aula del Caballo Francisco Santisteban, han tratado de llevar, una vez más, a cuantos en ellas participan una visión lo más amplia y variada posible de cuanto se relaciona con el mundo equino, tanto en el ámbito de la Cultura, como en el del Arte, la Ciencia, la Veterinaria etc...
En palabras del decano de la Facultad cordobesa, Librado Carrasco, la obra "está impregnada de un profundo amor por los animales y plasma magníficamente el proceso de aprendizaje de su protagonista y el quehacer de los albéitares durante la Edad Media, un periodo en el que el ejercicio de esta profesión ha sido poco tratado por la Literatura pese a su importancia, al ser el caballo una de las armas de guerra fundamentales".
Tanto para Carrasco como para Rafael Astorga los profesionales de la Veterinaria desarrollaron un papel de enorme importancia complementando la experiencia práctica con el saber griego transmitido por los árabes. Un proceso en el que Córdoba jugó también un papel muy importante.
El acto sirvió asimsimo para poner de relieve la gran aceptación de un aspecto singular de las Jornadas sobre Cultura Ecuestre en la que junto a temas relativos a transferencia embrionaria, radiología equina, medicina preventiva… se ha incidido de forma especial en el ámbito de la Equinoterapia como una vía para el tratamiento de personas con discapacidades tanto físicas como psiquicas. En este sentido pronto serán dados a conocer los resultados del programa desarrollado en virtud del convenio firmado entre la Universidad, la Diputación y Córdoba Ecuestre para implantar esta terapia, en el que se han utilizado veinte caballos y en cuyas sesiones, tres días a la semana, han participado diferentes colectivos con el apoyo y colaboración de varios estudiantes y monitores.