Las estrellas variables llaman la atención de los astrónomos desde hace más de doscientos años. Pero su estudio no pudo hacerse de un modo cuantitativo hasta disponer de detectores de radiación fiables; la placa fotográfica primero, el tubo fotomultiplicador después, hoy los dispositivos CCD. Estos procesos han sido analizados esta tarde por Rafael Garrido Haba, del Instituto de Astrofísica de Andalucía a lo largo de su conferencia " COROT: las estrellas pulsantes vistas desde el espacio" pronunciada en el salón de actos del Rectorado dentro del ciclo conmemorativo del año de la Astronomía.
La posibilidad de hacerlo desde el espacio ha abierto nuevas líneas de investigación, en especial el estudio de las variaciones de corto periodo y muy pequeña amplitud, característicos de una clase cada vez más amplia de estrellas pulsantes, estrellas cuyas capas externas oscilan, a veces de un modo bastante intrincado, y de las que somos capaces de obtener una valiosísima información sobre la estructura interna de estas estrellas.