En esta obra, Joaquín Centeno Yáñez, doctor en Historia por la Universidad de Córdoba y miembro del grupo de investigación Hisalem de la UCO analiza la institución de los jurados durante el periodo de referencia como una élite de poder político - en tanto que encargados, mediante su cabildo, de acercar la causa pública y el común de los vecinos al concejo, cabildo de la ciudad o ayuntamiento- a través de un estudio en cuyo desarrollo se pone de manifiesto que, siendo un grupo socioeconómico bien constituido, tuvieron una evolución social e institucional ascendente, de apogeo y descendente, que se inició con los cabildos abiertos y prosiguió hasta su desaparición en 1834 con la promulgación del Estatuto Real.

Durante este largo periodo de tiempo - mas de 500 años- mantuvieron una interrelación con los tres poderes: el local (corregidor y concejo), central Chancillería de Granada, el propio rey y su Consejo) y eclesiástico. Con respecto al primero cumplieron con su verdadera dimensión política, cuando los intereses urbanos quedaban malparados por los abusos de los veinticuatros. Con el segundo defendieron esos mismos intereses antes las instituciones superiores para resolver en última instancia los asuntos graves, agotadas las posibilidades con el poder local. Con el tercero ejercieron la beneficencia por imperativo legal junto al bien común practicado por la Iglesia.

De todo ello nos habla el autor en este volumen, editado por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba en colaboración con el área de Servicios Culturales del Ayuntamiento y el Servicio de Publicaciones de Cajasur añadiendo un nuevo ejemplar, el número 31, a la colección maior de Estudios de Historia Moderna, plataforma editorial de lanzamiento de relevantes trabajos historiográficos elaborados en los distintos ámbitos intelectuales en los que lleva a cabo su labor la comunidad científica de modernistas.