El próximo sábado 25 de noviembre es el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Desde UCO Igualdad nos proponen una campaña que este año “se centra en las relaciones afectivas saludables como base para la construcción igualitaria de las relaciones de pareja y para la prevención de la violencia de género. El objetivo es favorecer la reflexión de toda la comunidad universitaria sobre la forma de relacionarnos y, tal como recoge la imagen de la campaña a través de un iceberg, la importancia de conceptos como respeto, diálogo y buen trato en la base de unas relaciones afectivas saludables”.
Desde el Club de Lectura UCO nos sumamos a su lema Construyamos desde la base, como mejor sabemos hacerlo: con un libro que debería de ser lectura obligatoria en institutos y universidades, y que nos puede ayudar a comprender mejor qué es eso de las relaciones afectivas saludables, y, por supuesto, qué no lo son. Nos estamos refiriendo a Mira a esa chica, de Cristina Araújo Gámir, Premio Tusquets de Novela 2022, basado claramente en el caso de la Manada, aunque no sólo  en ese, sino en muchos testimonios y casos que desgraciadamente ha habido antes y después. Los medios de comunicación, y, por ende, la ciudadanía en general, se centran normalmente en cómo ocurrieron los hechos, en la violación, la agresión, los juicios, las penas… aportando datos que, en la mayoría de los casos, nos llevan a simplificar, y a juzgar, algo que es complejo en extremo, que tiene tantas aristas que es imposible poner en orden.
Cristina Araújo intenta mostrarnos todas las claves de uno de estos casos en Mira a esa chica, un magnífico libro, de lo mejor que hemos leído este año. El libro comienza in media res, justo cuando Miriam ha sido violada, y a partir de ahí, la historia nos retrotrae “tres meses antes” e intenta contarnos qué ha pasado para que esto llegue a ocurrir. Como si de un thriller se tratara, el momento se va acercando poco a poco y temes que llegue, pero a la vez quieres que pase ya (porque va a pasar), y acompañas a Miriam, y le dices, no lo hagas, no te cites con él, no quedéis para veros, no te vayas con sus amigos, no te alejes de los tuyos…
El relato del shock traumático sufrido por la víctima (algo de lo que luego los medios se hacen cargo en muy raras ocasiones) es tan real que te hace casi llorar y maldecir, y entonces te dan ganas de abrazar a Miriam y decirle: Yo sí te creo.
Hay quien, cuando se publicó, tachó a la novela de oportunista, pero si lo es no pasa nada, bienvenido sea ese oportunismo, porque no le quita ni un ápice de calidad. “Con este libro, yo solo quería contar el dolor de una chica”, nos dice su autora, y bien que nos lo cuenta. Afortunadamente para todas las personas que lo hemos leído (y que la seguirán leyendo), además del dolor de Miriam, Cristina Araújo nos cuenta mucho, pero que muchísimo más: todo lo que hay bajo la punta del iceberg.
Os dejamos las primeras páginas del libro, que, por supuesto, está en la Biblioteca , el cartel que hemos preparado para esta lectura, y el enlace a su escalofriante booktrailer .
#UCO25N