Miércoles, 14 de Noviembre de 2007 11:11

Investigadores de la Universidad de Córdoba diseñan un nuevo pienso, rico en grasas, que reducirá el estrés de los caballos.

G.C. - C.M.
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Los investigadores de la Universidad de Córdoba trabajan con Purina para diseñar un alimento rico en grasas con destino a los caballos entre cuyos beneficios para estos animales destacan una mayor tranquilidad, la reacción aminorada ante los peligros y un aumento de su rendimiento deportivo. Los resultados de esta investigación han sido presentados esta mañana dentro de las actividades de la VII Semana de la Ciencia.

En este sentido, la investigación, coordinada por el profesor Alberto Redondo, del departamento de Zoología de la Universidad de Córdoba (UCO), ha detectado que aumentar las grasas del alimento pasando del 3% actual a un 10%, manteniendo la cantidad de energía total que consumen, hace que los animales "estén más tranquilos y se asusten menos ante los peligros", y también que tengan menos problemas digestivos, según destacó el responsable del estudio.

El departamento de Fisiología de la UCO también había probado anteriormente que los caballos tienen un mayor rendimiento deportivo cuando se aumenta las grasas que consumen, por lo que el profesor Redondo afirmó: "Estos resultados pueden ser muy útiles para distintos sectores". Así, el pienso rico en grasas para caballos deportivos ya se encuentra en el mercado, pero el que se elabore para beneficiar su comportamiento "puede ser diferente", indicó.

Resultados

Con la dieta rica en grasas la reacción del caballo frente al riesgo se aminora, por lo que Alberto Redondo asegura que "Sólo con la alimentación se puede reducir el riesgo de sufrir un accidente cuando se monta o se maneja el animal". De este modo, los científicos han comprobado que el caballo que come un 3% de grasas en la dieta huye del peligro unos 5 o 7 metros, mientras que tras tomar el alimento con un 10% de grasas retrocede menos de un metro.

Para realizar este trabajo los investigadores han analizado 50 caballos adultos de distintas razas del Club Hípico durante seis meses. Por un lado, han estudiado el efecto del incremento de grasas cuando el animal está en reposo, a través de parámetros fisiológicos como los análisis sanguíneos y los electrocardiogramas, y entre otras conclusiones han advertido que los animales descansan mejor. En otra línea, los científicos han asustado a los caballos con una cabeza de tigre artificial ante la que los animales que habían consumido más grasas "se asustan menos", aseveró Alberto Redondo.

Los resultados de esta investigación fueron presentados mediante un documental dentro de las actividades de la VII Semana de la Ciencia. A través de la película los espectadores conocieron el desarrollo del estudio y las explicaciones de los científicos sobre la alta sensibilidad de los caballos, que les lleva a advertir los riesgos antes que las personas.

P.C. ( De " Andalucía investiga")